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No cabe duda de que dentro del año 2020, nos encontramos en una serie de cambios inesperados. Pero lo que ocasionó mayor inestabilidad en todos los sentidos ha sido la aparición del COVID-19, conocido ya por todos a nivel mundial.
El COVID 19 y las expectativas que teníamos
Los medios de comunicación han utilizado a la población al fungir como una parte elemental para la difusión de la enfermedad. Se habla de intereses políticos, sociales y de los más altos poderes, de una manera desmedida. Con artículos -unos verídicos, otros exagerados, otros más, falsos- que nos describen el supuesto origen de la enfermedad. Y no solamente eso, sino también la enfermedad misma, las consecuencias y la mortalidad que se está llevando a cabo.
Antes de la aparición del COVID-19, gran parte de la población mundial tenía expectativas de vida diferentes. Se pensaba en tener una vida duradera, donde pudieran conseguir un trabajo con las prestaciones de ley para asegurar su vejez. Se cuidaban en su salud para evitar lo más posible una enfermedad degenerativa, mortal o progresiva. Tenían sueños e ilusiones firmes, de conocer las nuevas generaciones y verlas crecer.
No vamos tan lejos, así como la gente común y corriente pensaba esto, también empresarios, emprendedores, dueños de negocios tanto grandes como pequeños, tenían planes y acciones programadas a cortos, largos y medianos plazos.
Un futuro incierto
Y ahora qué sucederá con la crisis mundial que se ha presentado en todas las áreas de la vida: social, organizacional, empresarial, económica, emocional, etc. que ha ocasionado COVID-19.
Efectivamente, hemos entrado en una dinámica totalmente desconocida, inesperada, sin expectativas, con un futuro incierto, inseguro, con una vida frágil en todos los sentidos.
Así es, posiblemente ya te diste cuenta que se dispara a nivel mundial un sistema nervioso alterado, en cada una de las personas que poblamos nuestro globo terrestre. Como inicio, se altera el sistema límbico bajo las circunstancias ya mencionadas.
¿Qué puedes aprender de ti en esta situación?
El cerebro te protege
Te invito a que comiences a conocer un poco más de ti mismo, de cómo funciona tu cerebro, de cómo de manera inteligente puedes sacar provecho de la realidad que vives, al saber lo siguiente:
¿Sabías que el cerebro y corazón están relacionados?
¿Te has dado cuenta que el corazón palpita a ritmo diferente en función de las emociones que nuestro cuerpo siente?
¿Un día imaginaste que el cerebro controla nuestras emociones? Así es, el cerebro es el que tiene el mando.
Las emociones y el cerebro
Tenemos una parte en nuestro cerebro llamada amígdala, la cual es nuestra defensa emocional. Es la que guarda y maneja nuestras emociones más irracionales para reaccionar y sobrevivir.
La amígdala nos ayuda a buscar la estrategia necesaria para solventar una situación de estrés, miedo o peligro y nos da una visión equilibrada de lo que sucede a nuestro alrededor. En definitiva, es la parte del cerebro que permite que no nos dejemos llevar por el pánico y la ansiedad.
No dudes en poner a trabajar tu cerebro a tu favor, ¡nosotros te apoyamos!
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